miércoles, 24 de marzo de 2010

La última frontera: AUDI









Una escultura de gran formato para exteriores que al mismo tiempo es una pieza publicitaria. El concepto de esta escultura fue obra del artista Gerry Judah. El peso de la pieza es de 44 toneladas y mide 32 metros de altura. Fue una obra para conmemorar el centenario de Audi en el Festival Goodwood de la Velocidad en el año 2009, patrocinado por esta empresa. La pieza es una representación de los logros de Audi en materia de automóviles deportivos; recuerda justamente a un tramo de las pistas de carreras que se vendían en las tiendas de juguetes hace varias décadas. En cuanto al mensaje publicitario, es ascensional: permite que el conductor sueñe con alcanzar nuevas fronteras, el automóvil convertido en un cohete, para llegar al espacio, "la última frontera", como decía el Intro de Star Trek.

Una obra hecha para impresionar a los asistentes e incluso a la competencia, al mismo tiempo escultura y publicidad. Así como no existen límites para este tramo de pistas de carreras (dejando el resto del recorrido a la imaginación del espectador), tampoco existen desde el siglo XX límites en la interconexión entre arte y publicidad: Andy Warhol lo demostró en infinidad de ocasiones con su sopa de tomate Campbell; Roy Lichtenstein también lo demostró llevando a sus cuadros a los personajes de Disney. La mejor demostración de que arte y publicidad pueden ser dos caras de la misma moneda.

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