sábado, 26 de marzo de 2011

Las consecuencias del entorno sobre los mercados locales y mundiales: el terremoto de Japón y la Planta Daiichi en Fukushima





En los posgrados universitarios, se suele estudiar alguna materia de Estrategia Gerencial o Análisis Estratégico en la cual no solo se aprenden a definir la misión y la visión de las empresas sino también a comprender las estrategias que deben seguir las mismas para salir victoriosas frente a los competidores y frente a las crisis. Para ello, existen los análisis de las famosas matrices SWOT (o DAFO, en español), la matriz PEYEA, la matriz del BCG (Boston Consulting Group), los análisis de las cinco fuerzas de Porter, la evaluación del entorno socioeconómico y pare Ud. de contar. Y con seguridad, los profesores dictarán también materias sobre análisis financieros y estimación de riesgos y bla bla bla...

Sin embargo, en un verdadero análisis del entorno, es necesario incluir hoy en día las fuerzas más potentes que existen sobre la faz de La Tierra, que casualmente, no pueden controlarse y mucho menos predecirse: las fuerzas de la naturaleza... Se pueden diseñar Plantas nucleares capaces de soportar terremotos de magnitud 8, ¡y entonces llega un terremoto de magnitud 9! Que además, trae un tsunami... Consecuencias: pues las que ya hemos podido ver todos: más de 700 personas que han tenido que trabajar recibiendo altas dosis de radiación, para intentar detener las fugas de isótopos radiactivos de los reactores de Fukushima.

La labor ha sido difícil, pero lamentablemente, ha tenido solo un éxito relativo. Ya los suelos cercanos han recibido dosis pequeñas de radiación que obviamente, han pasado también a cultivos como las espinacas e incluso al agua que consume la propia ciudad de Tokyo, una megalópolis de 35 millones de habitantes. Una crisis crea una oportunidad, dicen los orientales, y efectivamente ha sido una oportunidad para los fabricantes de agua e importadores de agua embotellada en Japón (aunque quizás, por caridad, se esperaría que parte de esta agua sea de acceso gratuito, al menos mientras dure la contingencia).

Mucha gente (no solo los asiáticos), ahora está preocupada por la ingestión de sushi, la popular comida japonesa basada en pescados crudos y algas, ya que después de todo, el agua de mar se está utilizando para enfriar los reactores nucleares, con relativo éxito, pero ya que no se conoce la situación exacta de cada uno de los reactores en la Planta Daiichi de Fukushima, pues me imagino que mucha gente comenzará a tener reservas con respecto a la ingestión de pescado y algas en los alrededores de Japón... ¿No ha sido el mismo gobierno japonés el que ha dado la alerta de los productos agrícolas contaminados y del agua de Tokyo no apta para niños?

Por supuesto, esto también traerá consecuencias en el mercado "energético": el desarrollo de nuevas plantas nucleares posiblemente se vea paralizado, al tiempo que se anticipe el "cierre" o clausura progresiva de las plantas nucleares más antiguas existentes hasta ahora. Por los momentos, se retornará al petróleo, que aunque peligroso, contaminante y explosivo, al menos no emite radiaciones, lo que implicará que la cotización de éste vuelva a subir en el mercado. Paralelamente, un petróleo costoso impulsará la investigación y desarrollo de energías alternas, para reemplazar al petróleo. Como se puede observar, algo tan simple como un terremoto fuerte puede llegar a afectar todo el mercado energético en La Tierra.

A Japón le ha tocado un golpe duro, no solamente por la cifra de muertos y desaparecidos producto del terrible sismo y del tsunami posterior (hasta la fecha, más de 10 mil y 17 mil, respectivamente), sino por toda la labor de reconstrucción que queda pendiente y la cifra de damnificados que salvaron sus vidas pero han perdido sus viviendas. Pero quizás el golpe más duro fue el dado a su economía, a su mercado, lo que vendrá ahora, en especial para los productos agrícolas, ganaderos, marinos y la propia agua de beber.

Los humanos hemos intentado durante siglos dominar las fuerzas de la naturaleza, hemos logrado romper los enlaces de carbono e hidrógeno de los hidrocarburos y hemos obtenido energía a partir del petróleo refinado. Hemos aprovechado la energía cinética de las caídas de agua. Incluso, estamos aprovechando la energía de los vientos mediante modernos molinos eólicos y la energía del sol en granjas solares. Pero en ocasiones nos imponemos con nuestra soberbia y pretendemos dominar la energía del sol, bien sea con reacciones en cadena controladas, como en los reactores de fisión, o bien creando un pequeño sol en nuestra Tierra, como lo que se intenta hacer en los reactores de fusión. Porque no basta el sol para nuestra demanda energética, allá arriba, en el espacio, tenemos también que imitarlo, si no podemos tenerlo (¡por razones de espacio y de temperatura!) acá en La Tierra...

El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, en Suiza, es otro intento más por intentar obtener nuevas partículas elementales producto de las desintegraciones de aquellas conocidas, un intento más por ver qué nuevas partículas aparecen cuando la materia y la antimateria se liquidan entre sí, un intento más de la ciencia humana en acercarnos a la comprensión del Big Bang, que se presume, originó el Universo. Pero también es una muestra de estupidez humana, jugar a ser "Dios" al querer someter las fuerzas más poderosas de la naturaleza a nuestra voluntad. Eso sin hablar de los experimentos de bioingeniería en los que cualquier gen puede ser modificado, reemplazado y cruzado para obtener la variedad que desee de vegetal, animal y humano, y todos los cruces de estos tres reinos, esto sin contar los cruces con los microorganismos.

Ojalá aprendamos de lo que le ha tocado vivir a Japón y logremos desarrollar más pronto que tarde una energía alternativa limpia, efectiva y económica. El planeta lo está pidiendo a gritos.

La foto de arriba, un grabado del pintor japonés Katsushika Hokusai (1760–1849), La Gran Ola de Kanagawa, quizás un aviso del poder de la naturaleza, que es más fuerte que el de cualquier trasnacional moderna, con toda su influencia y su riqueza. Debajo, el video de una de las explosiones que ocurrió en los reactores de la central Daiichi en Fukushima, después del tsunami.

http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Great_Wave_off_Kanagawa2.jpg