Estos dos impresos, realizados por la agencia Unitas/RNL, de Santiago de Chile, promocionan al Restorán chileno Mirador del Alto (vaya nuestra solidaridad a los hermanos chilenos por los momentos difíciles que están pasando). El arte de la música y de la pintura se equiparan en este caso al arte creador del chef: cocinar también es un arte, ya que se necesita conocer cómo altera cada ingrediente y cada proceso de preparación el sabor del plato final. La primera pieza posee la sobriedad de un teclado de piano, la segunda es una similitud del plato que aparece en la obra surrealista La persistencia de la memoria, del pintor catalán Salvador Dalí.
Actualmente, una buena comida de restaurant es ecléctica: combina sabores e ingredientes de todo el mundo. El plato final que se le presenta al cliente ha pasado a ser en sí mismo una obra de arte, ya que el chef y los cocineros se esmeran en lograr una arquitectura de los ingredientes que sea atractiva al cliente, decorando incluso las zonas vacías del plato. Se trata actualmente de hacer de la comida en el restaurant una experiencia integral, más que el mero hecho de comer. Algunos restaurantes han integrado más que la experiencia musical convirtiéndose también en galerías de arte donde exponen obras u otros objetos que se venden a los comensales interesados en ellas. El diseño mismo de los locales, la iluminación y el propio menú (tanto en físico como el arte del mismo), han pasado a ser elementos que no se dejan al azar y son considerados con detenimiento. Los nombres de los diferentes platos incluyen artistas, pintores, lugares geográficos, todo pensado de modo que el cliente conserve un buen recuerdo del momento que pasó en el lugar y se anime a regresar.
En Venezuela, falta un largo camino por recorrer en el tema de servicio al cliente, especialmente en lo concerniente a la formación de los empleados que trabajan en este sector de la economía. Tuve la oportunidad de realizar un excelente diplomado ofrecido por la Universidad Metropolitana de Caracas en el área de servicios, con excelentes profesores que nos enseñaron y nos hicieron comprender la ética del servicio, la atención efectiva del cliente y el valor monetario de la retención del mismo. Esperemos que poco a poco, los asistentes a estos entrenamientos sean propagadores del buen servicio que tanto deseamos y que tanto admiramos cuando visitamos otros países.
Los impresos fueron tomados de la página web www.adsoftheworld.com
