El Metro de Caracas una vez fue orgullo de los caraqueños, que utilizaban un sistema de transporte rápido, eficiente, seguro y confortable para trasladarse sin los problemas del tráfico en la superficie. Era uno de los metros más limpios y modernos del mundo, en los años 80, cuando se inauguró la línea 1, que cruza la ciudad de Este a Oeste.
Lamentablemente, la situación ha cambiado desde los años 80 del siglo XX. La población creció sin descanso y el sistema de subterráneo no lo hizo a la par. Actualmente, a pesar de la construcción en paralelo de varias líneas más, el sistema se encuentra bastante colapsado: son frecuentes los empujones, enfrentamientos a golpes, asaltos y robos, sin contar con que no todos los vagones poseen el sistema de aire acondicionado operativo (este Febrero de 2010 fue el mes más seco desde finales del siglo XIX, hágase una idea del calor). Añádale a esto algunos desdichados que hartos de la vida se lanzan a las vías como manera de suicidarse. Se comprenderá que no bastan todos los esfuerzos que se hagan, que son bastantes, por controlar esta situación de caos.
Hace unos dos años, la directiva del Metro de Caracas decidió "acabar con el monopolio" de la agencia DLB Group en cuanto a toda la publicidad comercial y "capitalista" de las áreas del subterráneo, tanto dentro de los vagones como en las áreas comunes. Esta decisión se tradujo en una pérdida de 600.000 Bolívares Fuertes al mes (600 millones de Bolívares de antes del 2008), que provenía de unos cuarenta anunciantes. En Junio de 2009 se anunció un concurso para que participaran unas 13 empresas y utilizar solo el 40% del espacio disponible para la publicidad comercial, dejando el remanente para los organismos del Estado. Sin embargo, la publicidad comercial instalada hasta ahora es muy poca, por motivos desconocidos.
El hecho es que el Metro de Caracas tiene congeladas sus tarifas desde 2006, lo que ha llevado a un deterioro en la prestación del servicio, ya que muchos usuarios prefieren utilizar este sistema por razones económicas. La Oficina Nacional de Presupuesto indicó que para el año 2008, ya existía déficit en las cuentas del Metro, mientras que se espera un déficit mucho más alto para este año 2010.
En un mundo globalizado, nadie puede decir que no depende del otro. Las interrelaciones son tan complejas que hoy en día es imposible "aislarse", llegar a propuestas de sociedad en las que se niegue al adversario. Para bien o para mal, la publicidad es necesaria para mantener los periódicos, los canales de TV, los propios organismos públicos, como en este caso, y como es lógico, para mantener el producto presente en la mente del consumidor, lo que conduce a mantener y en algunos casos a incrementar las ventas de los bienes y servicios.
El llamado eurocomunismo en Europa, ha logrado aceptar (quizás a regañadientes) que no puede vivir sin el capitalismo. La ley de la oferta y la demanda, como toda ley, es implacable. Es curioso que un gobierno que clama a voces defender el socialismo del siglo XXI, ante la escasez acentuada de agua y de energía hidroeléctrica que está afectando a Venezuela, aplique medidas de corte neoliberal ante la baja oferta de energía, dictando decretos para duplicar el costo de las facturas eléctricas a cualquiera que aumente el consumo, aunque lo haga ligeramente. Y el Gobierno de Venezuela le comprará sistemas eléctricos a General Electric, otra empresa americana, según anunció el propio Presidente Chávez. Se ataca continuamente al sistema capitalista, pero se hace participar a la trasnacional americana Chevron en la faja del Orinoco, en el Proyecto Carabobo 3 (¿esta empresa no estaba relacionada con el republicano Dick Cheney, ex vice presidente de EE.UU., ex CEO de Halliburton?). Así es el tamaño de la inconsistencia en esta Venezuela posmoderna. Ya es hora de admitir sin tapujos que todo sistema necesita a su contrario, ya que ningún sistema político es perfecto en sí mismo y siempre se nutre de lo propio y de lo adverso, lo que se traduce en beneficios sociales a la larga.
Una sola vez utilicé la aerolínea estatal Conviasa, y me llamó la atención ver los pañuelos que cubrían el respaldo de los asientos: por un lado alababan el proceso revolucionario del Presidente Chávez, por el otro lado resaltaban el clásico logo de Coca-Cola. Es que tenemos que aprender, tarde o temprano, que La Tierra es de todos, verdaderamente de todos, y que la convivencia pacífica es nuestro único modo de preservar la raza. Lo contrario, la vía del enfrentamiento y de la exclusión, es el camino que lleva al colapso de la sociedad.
http://www.eluniversal.com/2010/03/12/ccs_art_metro-dejo-de-percib_1791801.shtml
