sábado, 6 de julio de 2013

La ventana que habla: Publicidad para Sky Go




Esta pieza de publicidad BTL me llamó la atención desde que la vi. Un transmisor, pegado a una ventana del Metro o Tren de Cercanías, envía señales de alta frecuencia que son transformadas en sonido cuando el pasajero apoya la cabeza contra el vidrio. El mensaje publicitario no es escuchado por las personas que están alrededor, ya que no se trata de ondas sonoras que viajan por el aire; sólo es percibido por el pasajero que voluntaria o involuntariamente reclina su cabeza contra la ventana del Tren. Esta tecnología ha sido utilizada por el ejército y en sistemas de audición para la gente discapacitada del sistema auditivo.

La agencia responsable de la pieza es BBDO de Dusseldorf, Alemania y data de Enero de este año 2013, para el cliente Sky y su producto Go. El producto consiste de un servicio de TV en línea para recibir programación en vivo o bien mediante pedido que puede ser reproducida en equipos que tengan sistemas operativos de Mac, Windows, teléfonos móviles o consolas Xbox 360 mediante conexiones de banda ancha o Wi-Fi. Para un pasajero de un tren, un servicio de TV en línea quizás  haría más llevadera la ruta que tiene que seguir todos los días para llegar de su casa al trabajo y viceversa.

Como este blog siempre va un poco más allá de lo evidente, comencé a pensar un poco acerca de las ventanas. Las ventanas son nuestra conexión con el mundo exterior: nos muestran siempre una porción del espacio común, nos hacen comprender que no estamos solos porque nos permiten ver a gente como nosotros o bien diferente a nosotros en otras ventanas, permiten que entre el aire, la luz natural y nos dejan ver el cielo y las estrellas nocturnas... Las ventanas son nuestra conexión con el resto del Universo y no en vano, el sistema operativo más exitoso de la historia se denomina Windows porque trabaja bajo el mismo concepto de ventanas que se abren y se cierran.

Cuando entra la luz solar a través de una ventana y nos hace abrir los ojos, sabemos que comienza un nuevo día y le damos gracias a Dios por dejarnos vivir un día más, aunque sea con muchos problemas. Cuando sentimos una corriente de aire que nos refresca el cuerpo y la cara, sabemos que estamos vivos. En el trabajo, una ventana nos recuerda que afuera tenemos otra vida, que afuera nos esperan seres queridos y que por ellos debemos resistir todo lo que venga.

Antes de los teléfonos, antes de Internet, la mejor manera de comunicarse con nosotros era llamándonos a la ventana, esperando que apareciéramos y saludáramos, un gesto tan simple que William Shakespeare decidió incorporar en la trama de la obra de teatro más conocida de la humanidad: Romeo y Julieta. Una ventana cerrada es la imagen de un corazón triste, significa que la persona a la que se le llama no se encuentra o bien que no desea aparecer o simplemente, desapareció del plano físico.

Observemos esta pieza publicitaria: una tecnología excelente para un uso publicitario. Pero yo deseo ir un poco más allá: si una ventana de un Tren nos hablara, creen que realmente nos diría: "¿Estás aburrido? ¡Suscríbete a Sky Go! NO, de verdad pienso que no nos diría eso... Creo que nos reconfortaría después de un largo y pesado día de trabajo. Creo que nos daría esperanza y nos invitaría a continuar en el camino, aunque ya hayamos perdido las ganas de luchar. Creo que nos diría que alguien, en algún lado, nos quiere y que somos importantes para ese alguien. Que merecemos amar y ser amados, valorados, recordados.

Alabo la utilización de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de nuestra vida, la hacen más fácil, más cómoda y más segura, en muchos casos. Creo además que las nuevas tecnologías deben utilizarse para que el ser humano sea más humano, más consciente, más sensible a su entorno. La paradoja "Tan lejos, pero tan cerca", nunca antes tuvo tanta validez como hoy. Los seres humanos deberían acercarse más unos a otros, en lugar de refugiarse en teléfonos móviles, tabletas, laptops o ventanas parlanchinas.

Es cierto que la persona que tenemos a nuestro lado en el Tren puede ser un asesino serial, pero también puede ser la próxima persona extraordinaria que cambie nuestras vidas, alguien a quien jamás podremos conocer si decidimos aislarnos y apoyar la cabeza en el vidrio para escuchar una pieza publicitaria que nos vende TV en línea. ¿Se atreve a hacer el intento, a hablar con su prójimo?

Que pasen un feliz domingo y una feliz semana todos los lectores, Dios los bendiga a todos. Que la Paz esté con Uds.