sábado, 3 de agosto de 2013

La magia de la cámara lenta: fotos, comerciales y videos de Zach Gold






En el principio, la masa primigenia fue arena y arcilla. De barro fue hecho el hombre y de polvo cósmico fueron hechas todas las cosas. Al final, todos seremos arena y solamente sobrevivirá el recuerdo de nuestras obras en el colectivo, el recuerdo de lo que fuimos, de cómo nos comportamos, de la compasión que tuvimos y del perdón que supimos expresar.

Hay comerciales y videos que fluyen de la manera más natural: se mueven como se mueve el viento entre los árboles, como se desliza el río en su cauce, como el vaivén del mar en la orilla, como una orquesta de chicharras que cantan bajo la lluvia... El momento infinitesimal es majestuoso: el arte de captarlo es un privilegio que solamente tienen algunos pocos, le pertenece a aquellos maestros de la fotografía que logran capturar en fracciones de segundo momentos inolvidables. Algunos, como Zach Gold, van más allá: no solamente capturan el momento único de la foto perfecta, sino que también logran describir y descubrir la función matemática que describe el movimiento de las cosas, el movimiento perfecto, el movimiento como fue diseñado por el Creador.

Este es el caso del director Zach Gold, graduado en la Escuela de Diseño Parsons Design en 1995. Desde entonces, su fama se ha expandido por una multitud de países y ha recibido varios reconocimientos por su actividad continua que mezcla la moda con el arte. Acá, dos comerciales para las fragancias Issey Miyake y la bebida alcohólica de manzana Redd's. Les recomiendo encarecidamente que observen los videos y fotografías que aparecen en su página web, obras de arte que desmenuzan el tiempo y nos hacen olvidar por un momento la velocidad en la que vivimos.

http://www.zachgold.com


¿Esto es publicidad? ¿Es arte visual? Posiblemente las dos cosas. Lo que sí es seguro es que se trata de una revolución en la manera de hacer piezas publicitarias en el siglo XXI.

Les deseo un excelente fin de semana a todos los lectores. Piensen en el fluir del tiempo, déjense llevar por las olas del tiempo y recuerden ser amables con todos. Al final, todo se reducirá a arena: "En polvo eres y en polvo te convertirás".

Pero siempre quedará el amor para aquellos que quieran y se atrevan a vivirlo.

Dios los bendiga a todos.