martes, 6 de julio de 2010

Crossover inverso: estrategia para atraer público a lo clásico



En el medioevo e incluso en el barroco, la música era sencillamente un medio para alabar a Dios. En el barroco, los músicos no podían ni siquiera podían crear silencios en las partituras, ya que era "mal visto" y era considerado como "un signo de flojera". Luego llegó Mozart a revolver todo con su irreverencia juvenil y Beethoven con sus grandes sinfonías. Más tarde, aparecieron los maestros románticos del piano, como Chopin y Schubert, los conciertos de Grieg y Tchaikovsky, las óperas de Verdi, Puccini, Wagner y Bizet, las nuevas tendencias del siglo XX, que culminaron en los experimentos de Pierre Boulez y Philip Glass, entre otros... hasta que la música "culta" (mal llamada "clásica") comenzó a reunir cada vez a un grupo más y más reducido, al tiempo que la (también mal llamada) música "popular" comenzó cada vez a ganar más adeptos.

Incluso los grandes intérpretes de la ópera del siglo XX se dieron cuenta de esto. Ejemplo de ello han sido las grabaciones de los llamados Tres Tenores: el difunto Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras, quienes en sus conciertos, tanto juntos como separados, se orientaron hacia la música popular, pero más bien, dándole un toque lírico, atrayéndola hacia el canto operático. Desde Plácido Domingo cantando boleros hasta Luciano Pavarotti cantando con Simon Le Bon de Duran Duran, con Zucchero, con Giovanotti y con Dolores O'Riordan, de The Cranberries, hemos visto que ellos se han hecho los oídos completamente sordos a las críticas que les han hecho los "guardianes" del más puro estilo "clásico". Guardianes que perderán toda su audiencia y tocarán para ellos solos, si no se dan cuenta de los cambios que experimentó el mundo en el siglo XX y que se han acelerado en el siglo XXI.

Hoy el nuevo espectador desea ser cautivado. No le importa escuchar música "clásica", ya que hay obras insuperables en este género. Se trata de caer en el anzuelo de la música popular, pero estilizada y orientada hacia lo clásico. ¿Imagen a lo Montserrat Caballé? Nada más lejano, ahora la cantante lírica es una modelo, con hermosa cabellera, que desborda sensualidad desde la misma caja del CD. De igual manera, las pianistas clásicas siguen esta misma tendencia. ¿Cree que le miento? Vaya a la sección "clásica" y revise el anaquel. Se sorprenderá cuando vea a las nuevas cantantes líricas.

Un claro ejemplo lo tenemos en la maravillosa mezzo-soprano galesa Katherine Jenkins, modelo, políglota, cantante de ópera que ha cantado con verdaderos iconos del género como la neocelandesa Kiri Te Kanawa y el italiano Andrea Bocelli, pero que ha logrado también exitosamente realizar el crossover a la música popular, aunque más bien para atraer al escucha a la música clásica, en lugar de hacerlo para cambiar de género musical.

Como ya he escrito mucho y no deseo aburrirlos, una hermosa foto del mismo blog de Katherine y el video Bring me to Life, que canta habitualmente Amy Lee, la vocalista de la banda de metal Evanescence (que en lo personal calificaría como nu-metal gótico). Les dejo también el video de Evanescence, para que saquen sus propias conclusiones. En lo personal, me encantan las dos versiones...