domingo, 15 de agosto de 2010

De nuevo los enchufes cantarines: comerciales de Inter para ahorro de energía





Otros dos comerciales elaborados para Inter por la misma agencia que elaboró los dos anteriores, El Autobús Creativo. De los comentarios recopilados en Internet, he podido constatar que estos comerciales se aman o se odian... Personalmente, me parece interesante que pese a haberse normalizado la situación de emergencia eléctrica en el territorio venezolano, por la recuperación de los niveles de agua de la central termoeléctrica del Guri, cuando una empresa se compromete en una campaña de responsabilidad social DEBE SER A LARGO PLAZO. Si terminó la emergencia, igualmente hay que continuar creando la conciencia necesaria para su conservación, tal como lo está haciendo Inter. Si bien la energía no se crea ni se destruye sino que se transforma, las fuentes de energía de las que disponemos actualmente se agotarán algún día. Si no quiere que le pongan un reactor nuclear en cada rincón de su país (lo que yo, al menos, no desearía) pues entonces ¡déjese de cuentos y ahorre energía!. Y esto no se trata solamente de un país: se trata de llevarlo a cabo en todo el planeta. No tiene que ver con CAPITALISMO, no tiene que ver con SOCIALISMO: tiene que ver con lo que Ud. quiere dejarle a su descendencia. ¿Recuerda Mad Max? ¿La historia sobre el futuro apocalíptico de una sociedad en la que una gota de petróleo valía más que una vida?

Esto también representa un reto para las agencias publicitarias y la nueva publicidad: un anuncio publicitario de gran tamaño y muy iluminado puede ser muy llamativo y convertirse casi en icono de una ciudad, pero ¿es responsable? ¿Es sustentable a largo plazo poblar la ciudad de anuncios luminosos que luego tendrán que apagarse cuando vuelva otro período de sequía? Tuve la suerte de conocer Las Vegas en 1999. Todo un espectáculo inolvidable, indudablemente. Sin embargo, ¿cuántas ciudades como Las Vegas cree Ud. que puede soportar el planeta?

No obstante, así como creo que la gente debe desarrollar por sí misma esa conciencia social (porque al fin y al cabo, todos estamos en el mismo barco), también pienso que en lugar de PROHIBIR se debe EDUCAR al consumidor (como lo está haciendo Inter, por ejemplo), no solo desde la tierna infancia en los colegios sino también a través de los medios masivos y BTL, para que ahorre y conserve el agua y la energía. Un consumidor educado es un consumidor responsable, que no necesita SANCIONES, CIERRES ni CASTIGOS para cumplir con sus deberes sociales.