jueves, 2 de diciembre de 2010

Metro de Caracas: impreso publicitario, marcalibros y regla




El Metro de Caracas fue inaugurado en 1983, durante la gestión del Presidente Luis Herrera Campíns. En aquel momento, una sola línea cruzaba la ciudad de este a oeste. Un metro con tecnología francesa que creó toda una cultura debajo de la superficie: el venezolano se "transformaba" y se convertía en una persona cuidadosa, aseada, respetuosa y tranquila debajo de la superficie. Se decía que Caracas era más limpia debajo de ella que en la superficie, y era verdad. En cualquier caso, por donde pasaba el Metro, en la superficie, el paisaje se transformaba y se creaban nuevos espacios urbanos más ordenados y limpios que los existentes previamente.

La situación hoy en día es muy diferente. Para una ciudad que hace tiempo tiene más de 6 millones de habitantes, y quizás medio millón más que viene de las ciudades satélites, el Metro de Caracas quedó pequeño, pese a contar actualmente con cuatro líneas y tener dos más en construcción y alguna otra en proyecto. Se calcula un millón y medio de usuarios por día en el sistema. La gente se desespera y no solo se agolpa sino que en ocasiones se caen a golpes, en ciertas estaciones, para poder entrar y salir de los vagones. Existen carencias de trenes y de aire acondicionado en algunos vagones, a lo que se suman fallas eléctricas ocasionales en algunas estaciones. Por supuesto que la gente se amotina y comienzan protestas que en algunos casos han sido disueltas por la policía. Esto sin contar los amigos de lo ajeno que buscan incautos en los vagones.

La situación llegó a un punto de saturación en las semanas pasadas, cuando los retrasos fueron excesivos y el ánimo de los usuarios se caldeó al extremo. Por supuesto, en un país dividido en dos bandos políticos, las penurias del Metro fueron capitalizadas rápidamente por la oposición. La respuesta del Gobierno antes esto fue nombrar un nuevo Presidente para el Metro de Caracas, mejorar la vigilancia de las estaciones con la Policía Nacional y realizar las inversiones necesarias para volver a recuperar los trenes, un número de los cuales presentaba problemas por falta de refacciones. Adicionalmente, se está intentando volver a retomar la "cultura Metro", mediante acciones como este volante que en realidad es un marcalibros con mensajes de "Reimpulsar el Metro" (en consonancia con las cinco "Erres" propuestas por el Presidente Chávez), pero que al darle la vuelta se convierte en una regla que parece un ticket de Metro gigante (la banda marrón al centro simula ser la banda magnética del ticket) y con varios mensajes impresos: uno que indica que se están tomando las medidas para mejorar, otro que suministra la cuenta en Twitter del Metro de Caracas y uno tercero que le solicita al usuario respetar las reglas del sistema Metro.

No sé que agencia tuvo la idea creativa pero me parece original la cartulina que sirve de marcalibros y regla y que además parece un ticket de Metro gigante, además de los mensajes que contiene. De hecho, la regla puede asociarse en español con la unidad de medida de longitud, el metro, que casualmente es también como se denomina al subterráneo caraqueño. El Metro de Caracas también ha aceptado nuevamente avisos publicitarios en su interior (que habían sido removidos en cierto momento) y esto puede ayudar en la financiación del sistema. Otro problema consiste en que la tarifa de uso es más económica que la que cobran los transportes superficiales que suelen ser una experiencia tanto o más desagradable que viajar en un vagón congestionado.