miércoles, 24 de noviembre de 2010

¿Conexión emocional con un periódico? Comerciales del Diario El Carabobeño





En muchas ocasiones solemos pensar que los únicos propósitos de la prensa escrita son manipularnos, hacernos sentir mal con las crónicas rojas y las noticias sobre el debacle de la economía y ensuciarnos las manos con el exceso de tinta.

Pero los periódicos en realidad son mucho más: pueden ser la voz de los que no tienen voz, pueden ser los head-hunters de los pobres (gracias a sus secciones de empleo), pueden reflejar nuestra imagen de muy diversa manera, bien sea nuestros logros o nuestros fracasos, nos hacen ver otras realidades diferentes y en último caso, pueden servir de paraguas cuando llueve... Incluso usados, con sus hojas desordenadas, los periódicos tienen cierta utilidad: se puede limpiar vidrios con ellos, pueden servir como medio higiénico para perros, gatos, aves, morrocoyas, etc., y pueden volver a ser reciclados como pasta de celulosa para cumplir nuevamente todas sus funciones.

Desconozco la agencia que elaboró estos comerciales para El Carabobeño, periódico venezolano de la ciudad de Valencia, Estado Carabobo, que está cumpliendo en 2010 sus 75 años de vida, comerciales recargados de emociones y sentimientos, tanto por parte del periódico como por parte de sus lectores. No en vano, un periódico es un libro barato, y me viene a la mente de inmediato un proverbio de la cuna predilecta de los filósofos, la India: "Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora." El periódico se destruye para volver a nacer, es en cierto modo el ciclo de la vida y de la muerte que se repite a diario para volvernos a informar.

La musicalización de los comerciales, muy bien lograda, enfatiza cada una de las situaciones que presentan los lectores del periódico, estoy seguro que muchos de ellos se verán reflejados en las interpretaciones de los actores que protagonizan los comerciales.