Autoayuda: un mercado creciente

Esto ni siquiera necesita publicidad, se vende solo con un buen título y un buen diseño gráfico en la carátula (por supuesto que el mensaje y la fama previa son importantes, pero la publicidad en este caso es prácticamente innecesaria). Argentina, el país de los grandes escritores latinoamericanos (mis favoritos: Borges y Cortázar), también es hoy en día el país de los grandes gurús de autoayuda en el continente americano. Me quiero referir en este caso al psiquiatra Jorge Bucay y al psicólogo Walter Riso.

Seamos sinceros... No caigamos en el cuento de "yo tenía un amigo, que tenía un amigo, que tenía un amigo, que leyó un libro de Bucay...". Todo latinoamericano que haya pasado por una crisis y la haya superado (o se encuentre en dicho proceso), al menos ha leído algún libro o texto de Bucay o de Riso. Porque, ¿quién no ha vivido una crisis? ¿Quién no ha sufrido una separación dolorosa? ¿Quién no ha perdido algo valioso en la vida? Latinoamérica fue y sigue siendo ranchera y bolero mexicano, vallenato colombiano, salsa brava caribeña (¡pura cabilla!) y tango argentino... Toda una colección de historias de despecho, de encuentros y desencuentros, de ganancias y pérdidas, los relatos individuales que se han asimilado a los metarrelatos de los países latinoamericanos...

Sí, he leído varios textos tanto de Bucay como de Riso. Y saben qué, me importa tres pepinos lo que sostengan los académicos, cuando ponen en duda la calidad o la originalidad de lo escrito por estos autores. Porque son libros que realmente ayudan, en momentos de crisis, porque DICEN LO QUE LA GENTE NECESITA OÍR. Porque la gente, por muy deprimida que se encuentre en algún momento, DESEA SENTIRSE BIEN. Las sociedades modernas, más comunicadas que nunca a través de los ordenadores, se han convertido en sociedades de individuos, más que de comunidades. Es el hiperindividualismo al que se refiere Lipovetsky. Es por este motivo que el ser humano, en situaciones críticas, busca con desespero palabras cálidas y modelos a seguir, cayendo en casos desesperados en grupos decadentes, al margen de la sociedad.

Bucay y Riso, desde ópticas un poco diferentes, dan excelentes consejos sobre el significado de la vida misma. Es lo mismo que hace otro argentino destacado, Facundo Cabral, cuando desde una postura un poco más oscura, nos comenta en sus prosas habladas que la vida es como es, no como debería, que en una eternidad siempre podemos volver a comenzar, que la vida es ahora mismo y que en la paz todo es creación...

En Venezuela, tenemos también una destacada autora en el tema de autoayuda, Maytte. Arquitecta y comunicadora social, sus publicaciones infaltables en la revista dominical Estampas, del diario venezolano El Universal, sus libros sobre todos los temas de crecimiento y mejoramiento espiritual y su programa que transmite el canal latino CasaClub TV han hecho de Maytte una figura popular y querida por todos. Maytte también suele dictar talleres en espacios abiertos sobre estos asuntos.

En EE.UU., otro gran gurú de la autoayuda es Robin Sharma. El famoso autor de la serie de libros "El monje que vendió su Ferrari", es abogado y profesor de derecho y de liderazgo para muchas corporaciones trasnacionales reconocidas. Les recomiendo de este autor el libro Guía de la Grandeza, demasiado ameno, y con metáforas poderosas que se incrustan en la memoria: los diamantes se forman bajo grandes presiones.

Esto no es nada nuevo, por cierto. Los cuentos hasídicos de Israel ya trataban sobre estos temas antes de que la humanidad imaginara siquiera que existirían profesiones como la psiquiatría y la psicología. Porque la humanidad siempre ha sido la misma, con idénticas necesidades básicas a través de los siglos. Maslow se dio cuenta de ello en el siglo XX, para lo cual postuló su famosa pirámide de necesidades.

No importa si Ud. no es psiquiatra o psicólogo como Bucay y Riso. Lo importante es tener un mensaje que comunicar y saber hacerlo. Recuerde siempre, que la gente desea recibir palabras amables, de aliento y de fortaleza. Fuera de la puerta de su casa, tiene un mercado grandísimo que espera por ellas.