sábado, 13 de febrero de 2010

La taza Nescafé y el Globo Pepsi


Esta instantánea, tomada por el autor en descenso por el teleférico del Parque Nacional Waraira Repano (El Ávila) puede llegar a convertirse en otro recuerdo de una Caracas que se transforma (o debiéramos añadir también, se trastorna) día a día. Según las autoridades municipales, la ubicación de la taza gigante de Nescafé de la trasnacional suiza Nestlé y del Globo Pepsi de la trasnacional Pepsico, es peligrosa por cuanto son montajes que (según estas autoridades) pueden llegar a caer sobre los transeúntes en caso de movimientos sísmicos y adicionalmente pueden llegar a comprometer la solidez estructural de estos edificios. Si bien es cierto que la ciudad de Caracas sufrió dos recientes sacudidas de mediana intensidad en el año 2009, por encontrarse construida sobre zona sísmica, también es cierto que no se presentaron problemas prácticamente en ningún sector de la ciudad. La politización extrema que se vive en el país ha llevado a considerar esto como otro ataque del Gobierno al sector opositor, en especial, contra las empresas trasnacionales. Sea cual fuere el caso, lo cierto es que ambas estructuras se han convertido en símbolos de la ciudad, cierto que foráneos, pero no por ello menos queridos que otros símbolos autóctonos del país. No obstante, las consecuencias desconocidas de esta batalla legal harán pensar dos veces a cualquier compañía antes de lanzar una campaña publicitaria basada en estas piezas de gran formato. La reciente insuficiencia de hidroelectricidad por los bajos niveles del Guri (una represa que suministra electricidad casi al 70% del país) también ha obligado al Gobierno a emitir decretos que obligan a las empresas anunciantes a apagar las vallas publicitarias que abundan cerca de las autopistas caraqueñas, lo que también forzará a las empresas a indagar sobre otros tipos de comunicación diferentes para llegar a sus clientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario